Después de haber estado algo más de un mes viajando por media España, he ido a descansar al Pirineo, en concreto a la estación de esquí de Cerler, donde un amigo me ha invitado a pasar unos días.
Ha dado la casualidad de que uno de estos días ha coindido con mi cumpleaños y tuve la oportunidad de compartir una estupenda comida con mi amigo Miguel, en el restaurante Chongastán, en el pequeño pueblo de Chía. La comida fue exquisita, y la atención del personal muy agradable.
El menú consistió en:
- Vino, garnacha 2018 Secastilla, la Miranda
- Crema de calabaza con semillas de amapola.
- Alcachofas frescas confitadas.
- Panceta de duroc a baja temperatura con vieras y salsa romescu.
- Chuletón de ternera de ganadería propia.
- Requesón de Radiquero con nueces y miel y mouse de mango con helado.
- Pacharán casero.
- Cortado
El resto de los días han transcurrido muy tranquilamente. Como yo no podía esquiar por las malditas secuelas del COVID, pasaba las mañanas en el bar bebiendo cerveza y tomando el sol, mientras Miguel esquiaba por las nuevas pistas de la estación. Después ibamos a comer y a pasar la tarde muy relajados charlando hasta la hora de cenar. Y así un día tras otro.
Ha sido un placer gozar de una buena amistad y de unos paisajes que congelan la retina y que permanecerán por mucho tiempo en mí.