Termas de Yesa aparecen cuando las aguas del embalse con el mismo nombre bajan, y entonces dejan al descubierto estas antiguas termas que ahora permanecen sepultadas bajo el agua durante la mayoría del año y que he podido disfrutar en este mes de octubre, ya que el caudal del pantano está al 18%. Es un lugar muy frecuentado por gente de todo tipo, ya sea en familia o en grupos de gente joven, y está a unos 40km de Pamplona. Aparcar en la carretera los fines de semana es algo complicado debido a la gran afluencia de gente, pero puedes aparcar cerca y caminar un poco, o bajar hasta las mismas termas por un caminito que no tiene mas de 100 mt y que para los coches no tiene ninguna dificultad, las furgonetas también pueden bajar con cuidado, yo solo derrapé al salir, pero no vi ninguna Autocaravana que bajara.
Dentro de dos años este lugar ya no se podrá disfrutar más, pues con la construcción de la nueva presa, la altura llegará hasta la nueva autovia, y entonces quedarán cubiertas para siempre, así que aprovechad si queréis disfrutad de este bonito paisaje y de sus aguas. La gente es agradable y pronto haces amigos. Unos son viajeros como yo que te explican sus rutas y te dan buenos consejos a seguir, y otros te hablan sobre lo que saben del lugar, unos saben algo de su historia, y otros no saben nada, han venido muchas veces a tomar los baños pero no se han preocupado en preguntar qué era este lugar antes o no han sabido encontrar a alguien que les explicara.
Yo llegué por la tarde, casi noche, y lo primero que hicimos mi perra y yo fue coger la toalla e ir a darnos un baño. Lo difícil fue elegir el sitio donde meternos, pues aunque estaba lleno de gente, había espacios vacios donde elegir, pero sobretodo no quería molestar con la perra. Así que elegimos un rincón en la parte superior y allá que nos fuimos. El terreno resbala un poco, y yo con lo torpe que soy pronto me cai al agua, oí comentarios «mira, ese se ha caido», pero no pasó nada, estaba graciosamente calentita, el único problema era que mi perra Ali no dejaba de ladrar, hasta que ella metió las patas en la orilla y se calmó un poco, pero en cuanto salía ya volvía a ladrarme. El agua me llegaba por la rodilla, así que no se puede decir que cubra mucho, pero si te sientas en el suelo y te estiras a lo largo, haces que el agua te llegue hasta el cuello y la sensación es más que agradable, eso sí, huele a azufre mucho, y más de uno le recordará que el olor no es lo que parece y le resultará desagradable. La gente se sienta en el agua y deja que la corriente le golpee en la espalda, relajándose durante horas y horas. Unos juegan con sus bebes, mientras otros mantienen interminables silencios. Algunos van hasta la orilla del pantano y se embadurnan la piel con barro dejándolo secar durante un rato, pues dicen que es muy bueno para la dermis. Y luego se meten en la terma para bañarse. Y así va pasando el día. Hay gente a todas horas. Desde los mas bohemios que practican el baño nocturno hasta los más madrugadores que a las 7 de la mañana ya están en el agua, pero cuidado, es octubre, y hace un frio que pela, así que llevaros un buen albornoz para cuando salgáis del agua. Aquí no hay otra cosa que hacer aparte de bañarte, comer, pasear, charlar con los amigos, y pescar, lo cual está muy perseguido por las autoridades pertinentes, y has de tener todos los papeles en regla. Un lugar idoneo para estar tranquilo y muy recomendable.
En cuanto a la pernocta si vais en Camper, el terreno no es llano, y seguro que encontrarás algún sitio cerca y lejos de la termas, como prefieras. Nadie te va a decir nada incluso si sacas una silla fuera, por lo que me dicen, los únicos perseguidos aquí son los pescadores, como he dicho antes.