Mazunte se encuentra a unos 4 km de Zipolite. Es un pueblo tranquilo, con una calle principal llena de tiendas para turistas, un acuario que no visité, y una hermosa playa. El nombre de Mazunte según los residentes de edad avanzada de la comunidad señalan que ésta viene de la palabra “mizontle,” usada por la gente local para referirse a las especies de cangrejo que eran muy abundantes en el área. Mazunte es famoso por sus tortugas marinas. Durante la primera mitad del siglo XX, había poca población, pero esto cambió cuando se desarrolló un mercado para la carne y huevos de tortuga, debido a que muchas tortugas que vienen de Mazunte ponen huevos. La playa es bastante grande, y sus aguas son transparentes, pero alguien me comentó que estaban bastante contaminadas por que no tienen purificadora, pero yo me bañé sin pensar en ello, o quizás porque me enteré más tarde. Para llegar hasta el pueblo utilicé un colectivo, vehículo que me encanta por lo barato que es. Lo primero que hice fue intentar buscar un sombrero nuevo, ya que el último que compré me lo dejé en un autobús. Me recorrí toda la calle principal intentando buscar uno igual al que había perdido u otro que me gustara, pero mis esfuerzos fueron inútiles, no encontré nada que me gustara, por eso y por la calor que hacía, decidí irme a la playa a tomar un baño. Bajando por el Rinconcito, una de las calles que lleva a la playa y en la que hay muchos restaurantes y puestos de bebida, paré en un puestecito de una familia muy amable, y pedí un vaso de caña de azúcar, que exprimieron a la antigua usanza, como recordaba cuando vivía en Melilla, ya hace más de 50 años, y que solía comprar la caña para masticar. Continué el camino un rato hasta llegar a la playa, y allí estuve un buen rato bañándome y tomando el sol. Cuando llegó la hora de comer volví a la calle principal, pero todos los restaurantes del Rinconcito estaban llenos, y fui a parar al Restaurante Los Traviesos, donde comí una típica comida mexicana, mientras escuchaba a un músico callejero tocar canciones de Jarabe de Palo.
Como al músico ya le conocía, le pedí alguna canción de Jarabe de Palo, dedicada para Kike, un fan de Pau Donés y del grupo.
Después de comer y como hacía mucho calor, cogí el primer colectivo que pasó de vuelta a Zipolite.
La visita a Mazunte duró medio día, pero es un lugar ideal para quedarse más tiempo. Si yo no lo hice fue porque prefería tener Zipolite como cuartel general y desde allí hacer excursiones a los pueblos cercanos.