Huesca
muralla china de finestres
Estaba hablando con mi amigo Pep, cuando me preguntó hacia dónde iba a ir en esta salida, y le contesté que hacia el Congost de Mont-Rebei, que hacía mucho tiempo que quería visitar, y hablando me preguntó si conocía la Muracha China de Finestres, le dije que no y ahí quedó la cosa.
El caso es que cuando iba camino de Vielha, me acordé de la Muracha China de Finestres, busqué en el Maps y hacia allí que puse mi destino. Era un día gris y lluvioso, de hecho, no paró de llover en todo el día, lo cual invitaba a buscar un sitio tranquilo donde pasar la noche, pero el camino no era lo que yo esperaba. No había buscado información sobre Finestres y no sabía que el camino es un sendero por donde sólo cabe un coche, en mi caso mi furgoneta, y que era de tierra y piedras durante unos 10km. No aconsejo a ninguna Autocaravana a menos que sea 4×4, que se aventure por esta senda, al menos sin haberla recorrido antes, y haberse decidido si hacerla con AC o no, yo desde luego no lo haría, y menos en un día lluvioso. Pero como yo no soy consciente de a dónde te puede llevar el camino, decidí seguir adelante y empezar el recorrido por un camino que me dió muchos problemas. Al principio parece que sólo será un camino de tierra más, pero pasado el primer kilómetro, te das cuenta de que te estás metiendo en un berenjenal. Iba con cuidado de no tocar las ramas de los árboles con los laterales de la furgo, pero de vez en cuando notaba como las ramas arañaban la chapa. No tenía pan y ya se hacía tarde para comer, pero aún seguía pensando que en Finestres podría comprar algún suministro, iluso de mí, y conforme iba avanzado, me daba cuenta de que pocas viandas iba a comprar en esta ruta, no sabía entonces que el pueblo de Finestres, es un pueblo abandonado hace años. Seguí a una velocidad de entre 10 y 20km/h y el camino cada vez era peor. Como se preveía en mis pensamientos mientras conducía, llegó el primer escalón, y el primer problema, por más que lo intentaba no conseguía superar ese escalón de poco más de 20cm de altura, y una y otra vez volvía hacía atrás para coger reprís con la furgo y poder superar el bache. Varias veces lo intenté, pero no había manera, este sendero estaba claro que era para 4×4 y no para una camper normal y corriente. Trás varios minutos intentando encontrar un hueco por donde subieran las ruedas, al final lo conseguí, pero ya me había dado cuenta de que esto era sólo el principio de una serie de problemas que tuve después. Para variar, también me equivoqué de camino, y no me había dado cuenta que el Google Maps no recibía señal, y tomé una dirección que no parecía la correcta. Suerte que siempre llevo Maps.me y Oruxmaps. Con Oruxmaps me hice una idea de por donde estaba, y a través de Maps.me conseguí situarme en la ruta correcta, pero el programa no te indicaba que el camino no es apto para furgonetas, y yo, tonto de mi, seguí hacia adelante.
Conduciendo por un tramo del camino
Iba contando los metros que me faltaban hasta mi destino, y podía ver en la pantalla del movil que cada vez avanzaba más lento. Venga, me decía a mi mismo, ya has hecho otros 100mt, y cuando avanzaba volvía a decir, venga, ya has hecho otros 100mt, y así todo el tiempo. Con algún que otro problemilla y patinando sobre el barro, fui cruzando charcos que no sabía si escondían alguna piedra, fui sorteando charchos y pendientes, hasta que llegué al pueblo abandonado de Finestres, entonces intenté aparcar en el parking, pues hay parking y todo, pero la furgoneta se deslizaba en la hierba, no había modo de que se quedara quieta a menos que bajara y pusiera unos tacos o unas piedras. No me pareció una buena idea nada, estaba a 10km de la entrada y ni siquiera sabía como había podido llegar hasta allí, pero lo que estaba claro es que no iba a continuar. No tenía ni ganas de bajar de la furgo para hacer unas fotos, y menos de quedarme en aquel terreno resbaladizo, sin cobertura teléfonica y lejos de una posible llamada a la grua. Así que le dije a mi querido Oruxmaps, que me guiara camino de vuelta. Todo parecía ir bien, pero cada vez eran más grande los charcos del camino, y había más barro. Lo que antes pensaba que haría de vuelta sin muchos problemas, ahora se convirtió en una pequeña odisea. Tres o cuatro veces me quedé atascado en el camino, con las ruedas patinando, intentando superar un pequeño bache que no parecía nada, pero que me impedía el paso una y otra vez. Entonces echaba marcha atrás para coger algo de reprís, pero nada, siempre lo mismo, veía el humo que desprendían las ruedas al patinar sobre la tierra y las piedras, y las manchas negras que las ruedas habían dejado en el suelo al patinar, y no estaba muy contento de la situación en la que me encontraba. Con paciencia lo fui intentando una y otra vez, hasta que superé cada bache, y hasta que no llegué al primer trozo de asfalto, no paré.
Bonita ruta para hacer senderismo e ir andando, pero para mí desgracia yo no conseguí acabarla y no pude ver la famosa muralla. La foto de la muralla es de la página web que menciono en el enlace final.