Nacido hace 73 años en New York, es la decimo tercera vez que visita Els Hostalets de Balenyà gracias a Miguel, que es quien lo ha contratado, y por lo que parece ser, le gusta venir a este pequeño pueblo de Cataluña, donde una gente entregada, ya mas bien mayorcitos, anoche pudimos disfrutar de un espectáculo de 2 horas, que para mí se me hicieron cortas. Naturalmente también había fans venidos desde Paris, que es donde Elliott reside, y otra que gente que vino de lugares cercanos, como yo, y que no los pasamos en grande con una música a veces rockera, aunque casi todas de un aire country, al haber añadido un violín a la banda y sustituido el bajo, de canciones que sucedieron una tras otra y las que el público acogió con aplausos. Siento no recordar el nombre de los músicos, pero el otro guitarrista francés que le acompañaba, era soberbio con la acústica. Colaborador asiduo de Bruce Springteen, también escribe en revistas como The Rolling Stones. Pero a lo que íbamos, Elliott es un tipo medio albino, alto y delgado, y por lo que hablé con él después del concierto, una persona cercana. Tuve la oportunidad de comprar un disco que él mismo vendía en un pequeño mostrador, y se rió cuando me preguntó por mi nombre y tuvo que deletrearlo para no equivocarse al firmarme un CD que le compré. Sobre las canciones poco puedo decir, pues es un músico que casi no conozco, pero me gustaron todas. Y me llamó la atención un dije de una guitarra roja, que llevaba a un lado del talón de las botas. Al concierto fuí con mi amigo Pep, que es un melómano, y al que le encanta la música en vivo. No los pasamos muy bien, y espero que vuelva el año que viene.
Fué divertida una anécdota que contó, y es que los amigos de París le preguntaban «¿Donde vas a tocar estos días?» y él les contestaba «pues voy a tocar a Hostalets, qué no conocéis Hostalets» es lo mejor de lo mejor.