Al llegar a la ciudad y trás un viaje que fue uno de los peores que he hecho en mi vida, busqué un hotel fuera del centro, y al lado de la playa. A través de Booking reservé una habitación en Amiris, un pequeño hotel, con habitaciones muy tranquilas, y aire acondicionado o ventilador. Al taxista le costó un poco encontrarlo, pero después de varias vueltas a la manzana, se acordó de donde era. Difícil de encontrar si vas por tú cuenta, pues no hay ningún letrero que indique el lugar, su dirección es: Calle Nogales, esq Calle Encinos, Los Tamarindos, 70934 Puerto Escondido, Oax., México.
Había que ir al centro en taxi o colectivo, y yo si era posible prefería este último método, pues así tenía la oportunidad de hablar con gente, y preguntarles algo si me hacía falta. El centro estaba a 1 km y lo que más me gustó fue la zona del Mercado Central, también se puede visitar el puerto y la zona de marcha que está al lado. Las playas donde estuve son grandes y con mucho oleaje, por lo que hay que tener cuidado. En mi visita al centro aproveché para cortarme el pelo y arreglarme la barba, y también fui a reparar unas chanchas que hace más de 20 años que tengo y que se habían despegado la suela un poco.
Fue toda una casualidad encontrarme en la playa con unos viajeros en camper que llevan varios años viajando, y a los que hace tiempo que sigo por internet. Estuvimos hablando un rato, pero se fueron en busca de un lugar donde hiciera menos calor, una pena, porque me hubiese gustado hablar más con ellos y que me contaran sus aventuras en vivo y en directo, creo que se llaman Verde por dentro. El par de días que pasé en Puerto Escondido, fueron tranquilos, y como no me gustó demasiado, decidí irme a Zipolite.