En una noche fría de invierno, acudí con unos amigos a un concierto de la banda inglesa de Porsmouth WITH THE BEATLES, que hacen tributo a The Beatles. En el deportivo de Santa Eugenia de Berga se preveía una actuación muy interesante,  de uno de mis grupos preferidos. Cuando llegamos había muy poca gente y supongo que fue por unos cambios en los horarios, algunos carteles indicaban que sería a las 9:30 y otros a las 10:00, lo cual supongo que confundió al público, pero poco a poco la sala se fue llenando. Éramos cuarentones y algunos viejecitos como yo, que queríamos escuchar la música de una de las mejores bandas de todos los tiempos. Justo antes de que empezara la actuación, me presentaron a nuevos amigos y estuvimos hablando un rato mientras tomaba una copa. El escenario ya estaba montado y parecía que íbamos a disfrutar de lo lindo. De pronto salieron al escenario cuatro ingleses vestidos al estilo de principios de los 60, caracterizados con pelucas, y en unos segundos empezaron a cantar. La primera canción fue Love me do, un clásico del grupo que enseguida todo el mundo comenzó a tararear, pero el sonido no era muy bueno, parecía que Paul McCartney le hubiese bajado el volumen del micro a John Lennon para fastidiarle, puesto que este casi no se le escuchaba, y tardaron bastante rato en arreglarlo. La guitarra de George Harrison sonaba por encima de todo el grupo, Ringo marcaba el ritmo, y Paul cantaba una canción tras otra, aunque el bajo tampoco se oía muy bien. Me habían dicho que eran uno de las mejores bandas tributos, pero si lo que estaba oyendo era lo mejor que sabían hacerlo, no quiero ni imaginar cómo sonaría la peor banda tributo. Menos mal que todo el mundo se lo tomó bien, y cantaban y bailaban por todo el pabellón. Hubo en momento en la canción WITH A LITTLE HELP OF MY FRIENDS, en que Ringo se hizo un nudo con la lengua, o no sé qué le pasó, el caso es que hizo que todo el grupo se descontrolara y perdieran el ritmo, un momento de Kaos general, en que los músicos se miraron los unos a los otros, y no sé quién fue el que consiguió que cogieran de nuevo el ritmo, todo un desastre, hasta ellos mismos se disculparon por el descontrol, pero bueno, al fin y al cabo, allí estábamos gente dispuesta a divertirnos y los fallos y el mal sonido no importaron demasiado. Las canciones sonaron una tras otra, y como Paul entre canciones hacía alguna broma y la gente no respondía, preguntó si había algún inglés entre el público, y como nadie respondió, siguió con la siguiente canción. Un espectáculo desastroso que no me gustó nada, a pesar de haber cantado todas las canciones a voz en grito, tanto que salí afónico. Lo siento por el grupo, que no sonó como esperaba y que no tuvieron la mejor noche de su vida.
En Sabadell, tocó otra banda tributo la misma noche, y me dijeron que estuvo muy bien. Mala suerte, yo disfruté y agradezco el esfuerzo de la banda, pero creo que lo pueden hacer mejor si el sonido ayudara, al menos eso espero en la próxima.